España tiene aproximadamente 7.661 Km de costa, muchos más que la gran mayoría de países europeos. En las zonas costeras vive un 47% de la población total del país, con tanta costa y tanta gente viviendo junto a ella es normal que la pesca marítima de recreo tenga una gran cantidad de practicantes. Lo lógico sería que la administración tuviera en cuenta esta gran masa de población que comparten tan bella afición.
Desgraciadamente, la realidad difiere mucho de lo que en lógica debería ser. La administración pesquera está diseñada para dar servicio, amparo y cobertura al sector primario; hay que poner proteínas en el mercado, lógico.
La pesca recreativa se sale de esta norma, no es que no seamos sector primario, es que no se nos considera ni sector, nadie sabe a ciencia cierta cuántos somos, cuánto pescamos, cuándo, dónde, como, etc. Hay pescadores que viven esta afición con una gran avidez mientras que otros la practican muy esporádicamente. Hay quien pesca desde la playa, otros desde rocas y acantilados, desde kayak, pesca submarina, desde embarcación, etc. y con diversas modalidades en cada uno de los casos.
No hay una administración pesquera preparada para gestionar todo este embrollo, unas cosas dependen de Agricultura y Pesca, las titulaciones y normas de navegación de Fomento, las federaciones de Cultura y Deportes, otras cosas de Medio Ambiente o Transición Ecológica y Reto Demográfico. También están las comunidades autonómicas con sus distintas áreas (diferentes en cada comunidad) y que aplican la ley estatal a su bola, basta ver los tipos y precios de las licencias de pesca.
Gestionar es difícil si no se tiene un conocimiento mínimo del tema a tratar. Aquí no hay subvenciones a repartir entre los afectados, pagamos impuestos y callamos. También hay que reunirse con el sector, totalmente desestructurado, esto lleva mucho trabajo, es más fácil prohibir, para esto sí que se saben poner todos de acuerdo, para demostrar que están hay que prohibir algo. Para nada valen los estudios que dicen que capturamos un 5% del total, sin descartes, con un impacto mínimo en el medio ambiente y una gran aportación económica en impuestos que aportamos a la sociedad. Entre aparejos, cebo, suministros, mantenimiento, amarres, embarcaciones, etc. damos trabajo a más de un millón de personas.
Ahora es cuando afirmo: MADRID, TENEMOS UN PROBLEMA, hasta que no se cree un Ministerio del Mar, donde se tenga en cuenta a la pesca recreativa y se GESTIONE todo lo referente a la actividad náutica, pesca incluida, estamos perdidos y desamparados.
Proteger un área determinada no se puede hacer solamente excluyendo la pesca recreativa sin estudios previos, serios y rigurosos; ya sabemos que muchos resultados dependen de quien paga la subvención. No nos vale inventarse un problema para erigirse en la solución, repartiendo fondos entre organizaciones afines, ninguna de navegantes o pescadores, evidentemente…
No nos puede extrañar la aparición de plataformas en contra de la manera de crear reservas marinas, parques nacionales, prohibir ciertas modalidades de pesca, etc.
El último atropello recibido por la pesca marítima de altura deja esta modalidad al borde del abismo. Prohibiciones absurdas que acabarán con el turismo de pesca, fabricación y venta de cierto tipo de embarcaciones, fabricantes y distribuidores de materiales de pesca específicos la ilusión de muchos pescadores. Quienes navegamos y pescamos vemos por qué hay especies en declive, no es por sobre pesca, es por sobre población de grandes depredadores, prohibidos para nosotros.
Este no es el camino a seguir, es hora de empezar a sentarse y gestionar, algo muy difícil en las circunstancias políticas actuales, en teoría el próximo año debería ser año de elecciones, crucemos los dedos y confiemos en que algún partido recoja el testigo y se comprometa a reformar la administración para que sea capaz de gestionarnos con sentido común.
Desde la Alianza de Pesca Española Recreativa Sostenible, APERS, seguiremos insistiendo para conseguir lo que consideramos corresponde en justicia a nuestro sector, la pesca recreativa.
Bernardino Alba, presidente de APERS.